domingo, 29 de noviembre de 2009

Recetas para compartir felicidad


Ocuparse en lugar de preocuparse.

SE PRECISA:
- Alejar ideas estériles, negativas o rencorosas. Aceptar lo que no tiene remedio. Afrontar los problemas.

PREPARACIÓN:
- Trocear y retirar los problemas imaginarios.
- Desalar la culpa, pues es el pasado, y poner en ebullición un plan de actuación que se proyecta en el futuro.
- Freír que enfadarse sirve de poco, que ser quejicoso es insano y nos distancia de los demás.

PRESENTACIÓN:
- Preparar un fumet, participando con miembros de la comunidad.

TRUCOS Y CONSEJOS:
- Recuerde que hay quien busca las gafas y las tiene sobre la nariz.
INGREDIENTES:
-Coraje, ilusión sin fin, concentrarnos en problemas importantes y resolubles.

RECETA barata y de poco trabajo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Te quieres? Léelo


Que bonito es sentirse vivo. Es mucho más fácil sonreir que estar con cara de acelga todo el día, y por supuesto muchísimo más gratificante, porque la sonrisa es contagiosa, rara vez que sonríes a alguien y no te devuelve un ligero arqueo de labios, por poco que le apetezca hacerlo.


Saber callar y escuchar. Una de las cosas más difíciles cuando estás en una reunión en la que todos quieren ser protagonista de sus palabras, y unos a otros se pisotean la voz, para ser el portavoz dominante. Que horror, todos deberíamos callar, hacer un silencio SONORO para que por unos instantes se descontamine el ambiente viciado por tanto grito. Y después retomar la conversación. La sensación debe ser como cuando pasa un tornado, o un terremoto, se mirarán unos a otros como para ceder la palabra al que sea: -no, no... tú primero... habla tú...


Nos preocupamos demasiado por conservar nuestra línea, por cuidar nuestra imágen, vamos a gimnasios para cultivar el cuerpo, y al igual que para ello nos alimentamos con productos más sanos, deberíamos alimentar nuestra mente con palabras bonitas y recuerdos gratos. Porque damos todo lo que somos, transmitimos lo que somos, la paz transmite paz.

Vamos a alimentarnos de esperanza, amor, serenidad con un ejercicio requetesencillo. Esta es la receta, muy barata y que no requiere una elaboración sofisticada.

Sentada donde ahora estás, y con los ojos cerrados, visualízate en un lugar sereno, calmo, en el que el sol no quema, y absorve los rayos de sol. (Estos rayos no hacen daño ni a mi prima Costi), así que los puede recibir tranquila y plenamente. Inspira... Retén 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 ... Expira.


Hacer todos los días unas cuantas veces. Harás mucho por tí, y los demás lo notarán.


Buen fin de semana.

martes, 10 de noviembre de 2009

Regalos de la vida


Porque hay veces que conocer a alguien, es el mejor regalo del día.



Ayer conocí a Amparo, una persona que, aún con las adversidades de la vida, pone entusiasmo en todo lo que hace, y así logicamente tiene el éxito garantizado.



Es una de las personas que te dan lecciones de vida. A pesar de su enfermedad, y todo lo que ha pasado, tiene una vitalidad y una luz en su corazón... bastó unas horas para reconocer el material de que está hecha: amor, generosidad, dulzura, comprensión... y mucha alegria.



Ser mirada con la luz de sus ojos azules, te carga de energía positiva al instante, y quedas impregnada de buenas vibraciones para el resto del día.



Gracias Amparo, y sigue así, porque haces feliz a mucha gente. Encantada de haberte conocido.


viernes, 6 de noviembre de 2009

Los Lancho


Por fin tenemos buenas noticias en nuestra familia. Ayer día 5 nació Loreto M.L., y en la misma mañana recibo la noticia de que otro miembro de la family está embarazada. Ya era hora de que vienieran tiempos mejores, porque ultimamente nos estabamos quedando sin plantilla. Los que se van, dejan un hueco tan grande, que tan sólo la llegada de una nueva vida puede "llenar". Aunque ese espacio que aquí dejan, se lo hacemos en nuestro corazón para llevarlo siempre con nosotros.

Hasta el tío en La gran familia, José L. López Vázquez se ha ido. Así es la vida, unos se van y otros vienen.

Siempre hemos sido una piña, al ser tantos, siempre había algún motivo para reunirnos, no hacía falta programar, sólo con ir a casa de una, ya acudian las demás. Pero ahora cada una estamos con nuestras cosas, nuestras tareas, las prisas, y vamos dejando un poco de lado esas reuniones tan agradables, en las que estaban hasta los que no vivían aquí, porque nosotros traíamos con sus palabras y recuerdos para que también estuvieran presentes.

A ver cuando programamos una reunión por que sí, no porque haya misa de difuntos ni hospitales.

Las familias están juntas en las buenas y las malas, en éstas últimas, ya sabemos que siempre estamos, pero en las buenas, por favor, vamos a programar que si no se van a perder las buenas costumbres.

Yo quiero mucho a los míos.